Apple, Mercedes, Starbucks, Marlboro, Disney, MacDonalds, Nike, Coca Cola, Facebook, Ikea, Rolex, Google, Twitter, GreenPeace, Mini, Swatch……
Son más que marcas. Su capacidad de significar, representar, transcender y movilizar son enormes, ante millones de personas, diariamente, en multitud de países, día y noche. Son poderosas y su rendimiento económico es inmenso. Son las marcas icónicas.
¿Pero cuales son los requerimientos para entrar en el olimpo?
Un secreto bien guardado, pero que hace que muy pocos lleguen – y más difícil todavía – se mantengan a lo largo de los años. Son posiciones y privilegios envidiables que se gozan después de haberse desarrollado con visión, liderazgo, recursos, ideas brillantes, valentía y con coherencia a lo largo de los años. Sabiendo lo que tienen sabremos lo que nos falta y como llegar. Inspiraremos así nuestras estrategias o las fortaleceremos.
Tienen carisma y desarrollan una identidad propia, fuerte, bien construida, diferenciada, relevante, rica y memorable (visual, verbal, sensorial, de personalidad…) y que se sabe expresar bien.
Tienen la capacidad de simbolizar, significar y representar una ventaja percibida imbatible, clara, diferenciada, relevante y universal que se cumple y se entrega siempre y que nunca se traiciona.
Se les tiene estima: por eso tienen devotos fans y fieles defensores, recomendadores y predicadores. Tienen magia, despiertan emociones y sensaciones, construyen experiencias completas.
Saben relacionarse y comunicarse fluidamente y bien (claridad) – Cuentan historias. Anticipan necesidades humanas relevantes, incluso espirituales.
Tienen una ideología, un credo, un punto de vista y una cultura de marca concreta y bien definida que socializa y definen un estilo/ forma de vida/ forma de ser o hacer.
Son conocidas, visibles, familiares…
Se reafirman continuamente en lo que dicen y lo que hacen, entregando lo que se espera de ellas y cumpliendo o superando expectativas.
Las marcas icónicas tienen un ADN de marca especial y exigente que – como el buen vino – se ha ido creando, cuidando y potenciando con el tiempo. Un saber hacer muy valioso y necesario que debe conocer y respetarse desde los consejos, los accionistas y por los responsables que las poseen o gestionan. Un ejemplo de gestión que, también con el tiempo, se ha convertido en un ejemplo de resultados y de valor creado. Marcan el camino para otros que puedan llegar a él.
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